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Arquitectos: BCQ Arquitectes; BCQ Arquitectes
- Área: 1771 m²
- Año: 2005
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Fotografías:Andreas Kammermeier
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La vivienda social se asocia, a menudo, a la imagen de un edificio austero. Y un edificio austero se asocia, en ocasiones, a un edificio triste. En este proyecto intentamos especialmente romper esta desgraciada asociación de ideas y demostrar que la austeridad nada tiene que ver con la tristeza y que la vivienda pública no sólo puede servir para completar un barrio sino también para proporcionarle una nueva imagen... incluso una nueva personalidad.
Este es un nuevo volumen de viviendas públicas en un solar alargado del barrio de Sants-Montjuïc de Barcelona, en un entorno urbano un tanto degradado y en fase de renovación. En frente, el patio de una escuela pública de un color terroso intenso. Uno de los extremos del solar se remata con una alineación típica del chaflán barcelonés, aunque, en esta ocasión, en una versión reducida, casi ridícula de los chaflanes del barrio del Ensanche.
Desde el principio nos decidimos a no respetar la alineación de este chaflán y a retranquear la fachada en esa esquina, en parte, también, para adaptar el nuevo edificio a los antiguos. Desde el principio nos decidimos, también, por intentar que la fachada tuviera una cierta personalidad propia y que el edificio fuera capaz de establecerse como una nueva referencia destacada de un entorno ácromo.
El nuevo volumen se plantea como una intervención unitaria de planta baja destinada a comercios y dos plantas de viviendas. En todas las viviendas los dormitorios se disponen hacia el patio interior, y las salas de estar y cocinas a la calle. Eso es posible puesto que todos los servicios y núcleos verticales de comunicación se concentran en la franja longitudinal central del bloque.
Se plantea una distribución de seis viviendas por planta con tres núcleos verticales. Para optimizar las dimensiones de la sala de estar, esta se combina con una cocina semiabierta. Los tendederos son comunitarios y se plantean en cubierta siguiendo una sana tradición barcelonesa y mediterránea: el uso colectivo de las azoteas. Para destacar en fachada la franja de las viviendas, todos los volúmenes de cubiertas son oscuros.
En la fachada de la calle Ermengarda, se potencia la horizontalidad del edificio mediante los cantos vistos de los forjados. Entre ellos se sitúan los elementos de protección, las barandas de vidrio laminar, las protecciones correderas de aluminio y algunos paños de pared maciza.
En la fachada se combinan los paramentos oscuros de la planta baja con la franja residencial tratada con vidrio, aluminio y tramos de pared pintados de color azul ultramar.
